El 15 de febrero de 2007, un campesino de la localidad de Anserma se encontraba caminando por un camino intransitable. Decidió tomar esa ruta para llegar más rápido a su destino. Mientras se adentraba en aquel territorio, se topó con una escena impactante: dos cuerpos incinerados yacían cerca de las orillas del río Guática, en la vereda Los Encuentros.

Sorprendido por lo que presenció, el campesino salió corriendo del lugar para dar aviso a la policía. En su afán de obtener ayuda, se colocó en el borde de la carretera y logró hacer señas a un automóvil que se acercaba.

Una vez que el vehículo se detuvo, el hombre le explicó al conductor lo que había presenciado y juntos se dirigieron a la sede de la CTI (Cuerpo Técnico de Investigación) en Anserma.