Ayer circuló la información de que los dos principales partidos de oposición y 14 partiditos lapa plantean un boicot al proceso electoral venidero si la JCE no reconsiderar su decisión sobre la resolución 13 que establece la proporcionalidad en las reservas de candidaturas por nivel de elección.
La información fue desmentida rápidamente por el delegado electoral de la FUPU que aprovechó el espacio para decir que llueva, truene o ventee el doctor Leonel Fernández volverá a la presidencia de la República como vencedor de ese proceso.
Hay que insistir en que el PLD y la FUPU que eran lo mismo hasta el 2019 no se opusieron a esta interpretación de la ley electoral cuando se le aplicó al PRM en el proceso pasado. Eso es el único antecedente de este caso.
Es muy probable que la oposición haya puesto a circular la información del boicot a las elecciones como mecanismo de presión. Algo pasó que motivó una reacción de la senadora Faride Raful que calificó la acción como chantaje.
Esta decisión de la JCE es trascendental para el futuro de la democracia porque se trata de hacer respetar una ley que los partidos hicieron a su acomodo, excluyendo minorías y que después de hacer esa ley no quieren cumplirla o quieren interpretarla a su conveniencia.
La presencia en el poder del PLD durante 16 años consecutivos laceró de manera dramática nuestra débil institucionalidad política.
Yo espero que la mayoría de la población recuerde las veces que los ex presidentes Leonel Fernández y Danilo M edina dijeron tranquilamente que tal o cual decisión se tomaría en el Comité Político como si el congreso no existiera.
El control absoluto de ambas Cámaras convirtió al congreso dominicano en un sello gomigrafo que nos heredó leyes de antología.
Les voy a poner tres ejemplos: La ley de compras y contrataciones que no tiene penalidades para quien la viole, facilitando la corrupción al más alto nivel; 2. Una ley general de salud que deja en el limbo las necesidades de la gente y la propia ley de Partidos políticos.
La era del PLD terminó pero sus efectos no. Al PRM hay que preguntarle porqué no ha podido conocer la ley de compras, el código penal, la ley de aguas y la reforma a la ley de seguridad social.
El PRM tiene la peor representación de un partido de gobierno en la historia reciente. Nuria Piera ha hecho un excelente ejercicio evidenciando la porquería congresual de todos los partidos.
En definitiva tenemos una partidocracia acostumbrada a negociar sus intereses de espaldas a la población.
Tienen que entender que ese tiempo pasó, que ya no hay agripinos, que los nuevos esquemas de comunicación le permiten incidir pero no controlar la opinión pública.
Nuestra democracia es débil y necesita de instituciones fuertes, si hoy la JCE cede ante el chantaje de los partidos retrocedemos el leve avance que significó dejar de ser gobernados por el famoso comité político.
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