Este jueves, el flamante Tango 01, el nuevo avión presidencial de Argentina valuado en US$ 22 millones, llegó al país con cierta controversia.

Durante su vuelo de estreno desde Miami, se registró en video una arriesgada maniobra a pocos metros de la pista del aeroparque Jorge Newbery.

A tan solo doce minutos de aterrizar, la aeronave descendió peligrosamente cerca del suelo, aunque sin intención de tocarlo.

Llegó a volar a una altura de 45 metros sobre tierra. Leonardo Barone, piloto y secretario general de Logística de la Secretaría General de Presidencia, encargada de la flota de aviones presidenciales, giró el avión celeste y blanco hacia el Río de la Plata y retomó el vuelo.

Esta maniobra ha sido calificada por expertos como un “low pass” y ha sido objeto de críticas, siendo vinculada con vuelos acrobáticos y tachada de negligencia.