En Centroamérica, el periodismo y la libertad de prensa están enfrentando una serie de ataques que incluyen el asesinato de periodistas, persecuciones judiciales, confiscación de medios y dificultades para acceder a la información pública. Muchos periodistas han tenido que exiliarse o sufren ciberataques y estigmatización en la región, lo cual representa una amenaza seria para las democracias, según la Sociedad Interamericana de Prensa y otros grupos profesionales.
El periodismo y la libertad de prensa están siendo atacados en varios países de Centroamérica, incluyendo Honduras, El Salvador, Guatemala, Panamá y Nicaragua. Los periodistas han sufrido asesinatos, persecuciones judiciales, confiscación de medios y obstáculos para acceder a información pública. Muchos periodistas han tenido que exiliarse o han sido víctimas de ciberataques y estigmatización en sus países, lo cual representa un grave peligro para la democracia.
En Honduras, cuatro periodistas han sido asesinados en 2022 y lo que va de este año, según informó Saúl Hueso, director del Comité para la Libre Expresión de Honduras, a la vez agrega que existe una gran impunidad en estos casos, ya que solo se ha condenado a un número mínimo de personas.
En Nicaragua, casi 200 comunicadores se han exiliado en los últimos años, y 23 han sido despojados de su nacionalidad, bienes y declarados traidores de la patria por las autoridades.
En Guatemala, El Periódico, el cual es uno de los medios impresos más importantes, cerró definitivamente debido a la encarcelación de su presidente, José Rubén Zamora Marroquín, por presunto lavado de dinero. El cierre se produjo supuestamente después de la publicación de artículos críticos sobre la gestión del presidente Alejandro Giammattei. Se dice que durante su gobierno, al menos 12 periodistas han tenido que exiliarse debido a persecuciones penales que van desde obstrucción de la justicia hasta cargos de lavado de dinero y crimen organizado.
En El Salvador, desde que asumió el gobierno de Nayib Bukele en junio de 2019, se dice que se han registrado 611 casos de agresiones a la prensa, debido a que supuestamente Bukele mantiene una relación tensa con la prensa crítica. Medios como El Faro han trasladado su parte administrativa a Costa Rica, y se han cerrado tres radios comunitarias por supuestos problemas técnicos.
En Panamá, el diario La Prensa y el medio digital Foco han enfrentado el secuestro de bienes y demandas civiles y penales costosas. Esto demuestra el uso del sistema judicial para silenciar a los críticos, según denuncian los gremios de periodistas.
Además de estos ataques a la libertad de prensa, los periodistas también enfrentan dificultades económicas debido a la industria periodística en crisis, que afecta a nivel mundial.
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