Martínez Pozo: La Genealogía Criminosa Del Homicida De Bonao

 

El periodista Julio Martínez Pozo expone los asesinatos cometidos por familiares del triple homicida de Bonao.

Carlos Julio Campuzano Arias, tenía un tío y 2 hermanos los cuales al igual que él le quitaron la vida a diferentes personas entre las cuales se encontraban las parejas sentimentales de cada uno.

El primero en cometer el hecho según Pozo, fue su tío, quien era su figura paterna, Juan Meraldito, este al igual que Campuzano era guardia de seguridad. En los años 70 mató por celos a su esposa, al padre de la misma y a un compadre, luego se lamentó de no haber matado el que le dijo chisme a su esposa, ese hecho ocurrió en Mahoma, una comunidad en San José de Ocoa.

Los sobrinos de Meralditos eran 3 alega Pozo, de los cuales el único que no le había quitado la vida a nadie era Carlos Julio Campuzano Arias.

Campuzano tenía 2 hermanos, uno de ellos llamado José Campuzano, el cual le había quitado la vida a su esposa la cual se llamaba Sonia Fernández, el hecho ocurrió en Rancho Arriba, San José de Ocoa.

El otro hermano Papito en el año 2000 mató a su esposa en la comunidad de los Morones, Rancho Arriba, San José de Ocoa.

Carlos Julio Campuzano Arias

Carlos Julio Campuzano Arias

 

Violencia en República Dominicana

 

La violencia en República Dominicana es un problema social y se manifiesta en diferentes formas y contextos. Algunos de los tipos de violencia más comunes en RD incluyen la violencia interpersonal, la violencia de género, la violencia intrafamiliar, la violencia juvenil y la violencia armada.

Las causas de la violencia en RD son multifactoriales y complejas. Entre ellas se encuentran la pobreza, la desigualdad, la falta de acceso a la educación y empleo, la presencia de grupos delictivos, la falta de oportunidades y la cultura de la violencia en ciertas áreas urbanas.

Además, factores como la migración, el tráfico de drogas y la corrupción también pueden contribuir a la violencia en el país.

Las consecuencias de la violencia en RD son devastadoras para las víctimas, sus familias y la sociedad en general. Se manifiestan en términos de lesiones físicas, traumas emocionales, impacto en la salud mental, desplazamiento forzado, fracturas en las relaciones familiares y comunitarias, y pérdida de vidas humanas.

Es importante destacar que, si bien se han implementado medidas y políticas para abordar la violencia en RD, aún persisten retos y desafíos en su prevención y erradicación.

Ver también: El Extraño Caso Del Agresor De Bonao

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