Altagracia Salazar habla sobre las acusaciones a los nombrados “Intocables de cuello blanco” y familias de “riquitos”.

Altagracia Salazar sobre las acusaciones a los nombrados “Intocables de cuello blanco” y familias de “riquitos” - Cachicha.com

Salazar expresa que en el país existen categorías sociales y filosóficas que son exclusivas de los 48,000 km2.

Según Altagracia, en el país conforme se avanza en la lectura del caso Medusa crece la creencia de la impunidad conforme a las clases sociales.

Ya que ha fomentado una delincuencia de “cuello blanco, riquitos” protagonizada por apellido sonoros.

Debido a esto, o se sienten protegidos por su condición de élite.

Altagracia resalta que contra estos “riquitos” nunca hubo ni un ataque, ni una demanda.

“Los nombres de estos son mencionados por lo bajo ante el temor de que la dificultad de probar algo termine en una demanda”, expresa Salazar.

También alega que la mayoría de vinculados en caso Medusa no tienen justificación para defender su riqueza.

Agrega que la mayor parte tienen menos de 45 años y que viven una vida de lujos.

Esto sin que nadie pregunte de donde ha salido tanto dinero y como se puede sostener tal estilo de vida.

Cuenta que en la acusación hay 92 entradas de Casa de Campo, 17 de Bella Vista y 13 de Piantini.

También 12 de El Paraíso, 8 de Arroyo Hondo, 9 de La Julia, 5 de la Marina de Chavon, 4 del Mirador y 3 de Alameda.

Ver también: No Creerán Lo Que Muestran Los Documentos De Las Acusaciones De Jean Alain En El Caso Medusa 

Caso Medusa

La lista de acusados en el caso Medusa contiene más de 40 nombres.

A los que se les imputan delitos que van desde la asociación de malhechores, sobornos, estafa contra el Estado.

Hasta incumplimientos de contratos y lavado de activos.

A Reynaldo de Jesús Santos de la Cruz se le acusa de haber realizado maniobras fraudulentas en el suministro de alimentos.

A los recintos penitenciarios en coautoría con otros implicados a través de la empresa Inversiones Zwaziland SRL.

Una de las compañías suplidoras de la Procuraduría.

Esto durante la gestión de Jean Alain Rodríguez y en la cual también figura como único dueño.