Dos días después de la masacre en la Escuela Primaria Robb de Uvalde, Texas, en la que Salvador Ramos mató a tiros a 19 niños y dos maestras, comenzaron a surgir nuevos detalles que han puesto el foco de atención en la actuación de la policía.

Varias personas que presenciaron el desarrollo del incidente, señalaron que testigos urgieron a la policía a entrar a la escuela, y uno incluso consideró entrar al establecimiento por su cuenta, frustrado por la falta de acción de los agentes. De acuerdo a funcionarios de Texas, Ramos estuvo dentro de la escuela hasta una hora antes de ser abatido por la policía.