Orlando Díaz tiene sobradas razones para sonreir como el que más: Ser la cabeza de una entidad que no descansa en enviar un producto bien refinado a las Ligas Menores, observar el incremento de los equipos participantes en los torneos y cómo las organizaciones de Grandes Ligas fortalecen sus relaciones en el país, son acontecimientos que lo hacen merecedor de levantar su puño en señal de éxitos.

Con toda una vida dedicada a la Dominican Summer League, institución en la que ingresó como anotador en 1986 y donde con un gran trabajo ha logrado subir escalón por escalón hasta llegar al más alto de los peldaños, Díaz ha visto como ha vencido los retos gracias a una labor de coordinación y desarrollo realizada junto a la National Baseball Associación, entidad que rige la DSL.

Sancarleño y simpatizante del Escogido, dos hechos que como los tortolos principiantes van siempre de la mano, Díaz desde pequeño fue un enamorado del béisbol, deporte que practicó hasta alcanzar el nivel de Clase A, cuyo guante de seda como antesalista contrastaba con lo pesado de su bate y por esto su carrera se detuvo en el nivel mencionado, actuando con el equipo.