La depresión implica un cambio en como sentimos las emociones, es probable que aparezcan ganas de llorar, tristeza, así como otros sentimientos desagradables (irritabilidad, ansiedad…).

También es normal tener un cansancio “crónico” o estar más cansados de lo habitual, pérdida o aumento del apetito, es decir comer más o menos que antes, lo mismo sucede con el sueño, dormimos más o menos. Aparece tensión muscular, opresión en el pecho y muchos más síntomas físicos.

Otra de las características es el cambio en el pensamiento, tendemos a ver el lado negativo de las cosas, nuestra autoestima se ve reducida y nos culpamos de las cosas que suceden. La vida carece de sentido y podemos creer que los demás no nos aprecian o rechazan. También hay pesimismo hacia el futuro.

Con todo lo descrito, es normal que nuestra forma de comportarnos vaya en consonancia con nuestros pensamientos y emociones, tendemos a reducir nuestra actividad.