El lunes, en la ciudad de Melitópol, en el sur de Ucrania, el alcalde Ivan Federov se sentó en su escritorio para enviar su actualización diaria de Facebook.

Les dijo a sus seguidores que las fuerzas rusas que ocupaban la ciudad habían tomado el control de la red de comunicaciones, por lo que debían tener cuidado con lo que escuchaban en la televisión y la radio. Cuántas personas verían su mensaje, no lo sabía.

La conexión a internet había desaparecido por completo, con lo cual resultaba casi imposible comunicarse con las personas que estaban dentro la ciudad a través de una llamada de WhatsApp o Telegram, o mantenerse conectado durante más de unos pocos minutos.