Los modales son una carta de presentación que abren las puertas del mundo laboral y social. Si tenemos buenos modales daremos una mejor impresión y seremos tratados con estima. Tener buenos modales, a su vez, provoca el respeto de los demás y mejora nuestra autoestima. Además, facilita el contacto social, favorece la aparición de nuevas amistades y mejora las relaciones laborales.

Decir gracias, pedir las cosas, por favor, saludar al entrar y al salir, golpear a la puerta y pedir permiso antes de entrar, cuidar el tono y la manera de dirigirse al otro, ser puntual, ceder el paso a los mayores, saber compartir, ser respetuoso con las cosas de los demás, pedir prestadas las cosas que no son suyas, son algunas de las conductas que deben enseñarse en el hogar desde la primera infancia.