Quién habría imaginado que lo de Kanye West y Kim Kardashian terminaría en estos términos. Cuando ambos conformaban la pareja más poderosa del star system mundial, el divorcio (sobre todo este divorcio) era algo inconcebible. Pero claro, nada es normal cuando uno pertenece al clan. Meses después de que saliesen a la luz las disputas entre el ya ex matrimonio por el reparto tanto de su millonario patrimonio como de los cuatro vástagos que tienen en común, ahora ha sido el rapero, y no la prensa, el que ha abierto un nuevo frente en esta guerra mediática que no parece tener final feliz a la vista.

Su último dardo directo contra la madre de sus hijos ha sido por una cuestión muy de la generación zentennial. A pesar de que la exposición de los menores ha sido absoluta desde que la mayor llegó al mundo hace ocho años (más allá de su presencia en Instagram, los niños también han sido personajes de reparto en aquel reality en el que Kim y compañía desgranaban su vida para gozo de su audiencia), parece que Kanye está muy preocupado por las excesivas apariciones de North West, su primogénita, en las redes de su familia materna.