El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha celebrado la noche del lunes (horario de Nueva York) una reunión convocada de urgencia para tratar la situación en Ucrania. En ella, la mayor parte de los 15 miembros del Consejo, encabezados por Estados Unidos, han denunciado el reconocimiento del presidente Vladímir Putin, hecho público horas antes, de la independencia de las autodenominadas “repúblicas populares de Donetsk y Lugansk”, así como la decisión de desplegar tropas en la zona. Han considerado esas medidas como una violación de la ley internacional y de los fundamentos de Naciones Unidas. La reunión, solicitada por Ucrania, que no forma parte del Consejo, estaba presidida por Rusia, uno de los cinco miembros permanentes.

Linda Thomas-Greenfield, representante de Estados Unidos ante la ONU, ha definido las últimas decisiones de Putin como un “claro ataque, sin que haya mediado provocación alguna”. “Les llaman fuerzas del mantenimiento de la paz, y eso es un sinsentido”, ha añadido Thomas-Greenfield en referencia al modo en el que el Kremlin ha justificado un despliegue militar. “Todos sabemos lo que son en realidad”.