El Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (Inabie) se ha visto de frente con 1,889 contratos de suplidores del almuerzo escolar que no han seguido el debido proceso de ley para su validación, lo que ha impedido que la Contraloría General de la República autorice pagos.

Esos contratos implican acuerdos por un total de 13 mil millones de pesos para el pago del almuerzo, el desayuno y la merienda escolar en el programa de Tanda Extendida del Ministerio de Educación.

«Inabie tiene el dinero disponible para pagar cada centavo, pero a esos suplidores no se les ha podido hacer las erogaciones porque no han cumplido con los requisitos mínimos establecidos por la Contraloría», explica Víctor Castro, actual director de la entidad.