El discurso del presidente Luis Abinader, este 27 de febrero ante la Asamblea Nacional reunida con motivo de la rendición de cuenta de la gestión gubernamental en 2021, fue una pieza amplia, equilibrada y sin diatribas hacia la oposición.

Ausencias temáticas las hubo, que bien pudieron ser aprovechadas para hablar de una labor más extendida del gobierno. 

El presidente evitó hablar en detalle de su proyecto de reforma constitucional, y evitó tratar los temas relacionados con el fideicomiso público. Tampoco habló sobre la intensa y bien llevada labor que realiza la Dirección Nacional de Control de Drogas, las políticas públicas de combate a la pobreza o el desarrollo de una intensa labor de actualización, institucionalización y reorganización del sector de las telecomunicaciones en el país.