Se cumplieron ayer doscientos años del inicio de la ocupación haitiana que se extendió en la parte dominicana por 22 años.
El evento, que marcó un antes y un después en las relaciones dominico-haitianas que nunca sería olvidado y que por el contrario, fue caldo de cultivo que acrecentó las diferencias culturales, políticas y religiosas entre los habitantes de ambos lados de la isla. Sucedió el 9 de febrero de 1822.