Segun la Organización Mundial de la Salud más de 300 mil personas fallecen al año, donde la mitad corresponde a personas menores a 20 años y la mayoría sabía nadar.

Según estadísticas entregadas el 2019 por el Ministerio de Salud más de 300 personas murieron a causa de asfixia por inmersión durante ese año, una cifra alarmante que lo convierte en uno de los peligros más recurrentes del verano.

La asfixia por inmersión -o ahogamiento- sucede cuando un objeto, en este caso el agua de una piscina o playa, obstruye las vías respiratorias no permitiendo la entrada de oxígeno a los pulmones.

La no entrada de oxígeno al cuerpo por tan solo 4 a 6 minutos puede provocar daño cerebral de por vida y hasta la muerte.