En muchas culturas, los hombres sienten que tienen que trabajar duro para ganar la masculinidad, y una vez que la alcanzan, pueden perderla si no tienen cuidado. El dormitorio es un lugar donde se desarrolla la inseguridad sobre la masculinidad (masculinidad precaria, como la llaman los investigadores). Un estudio de 2019 descubrió, por ejemplo, que la autoestima y el sentido de masculinidad de los hombres heterosexuales se desploman cuando imaginan que una pareja femenina no alcanza el orgasmo durante el sexo.

Las mujeres, por supuesto, son igualmente conscientes de esto: investigaciones anteriores han encontrado que cuando una mujer no tiene un orgasmo durante el sexo, es probable que esté preocupada por el ego de su hombre. Ahora, un nuevo estudio confirma exactamente hasta dónde están dispuestas a llegar las mujeres para proteger el sentido de masculinidad de su pareja y evitar conversaciones incómodas sobre el mal sexo.