El inicio de una relación de pareja no siempre esta claro ni explícito. En ocasiones las personas no saben exactamente en que momento y en que grado se asumió el compromiso. Antes, las costumbres sociales -en las relaciones heterosexuales, claro esta- señalaban claramente los compromisos: noviazgo, petición de mano, boda…

Actualmente, los límites del compromiso son más difusos e imprecisos, pero desde el punto de vista afectivo las parejas se siguen rigiendo por contratos. Contratos con un contenido mucho más implícito que explícito y con gran cantidad de cláusulas unilaterales, que, además, pueden ser ampliadas y modificadas. Con relación al sexo, esto se acentúa debido a los reparos que muchas personas tienen para explicar sus preferencias y gustos sexuales.