Inesperadamente, no sorprendido, me llega de una querida y apreciada amiga un grito de protesta no pudiendo su justa indignación contenerse ante el ominoso atropello que viene cometiéndose impunemente pretendiendo ignorar la grandeza y significado del día del nacimiento de nuestro ilustre fundador, Padre de la patria nueva, Juan Pablo Duarte, como si ese magno día fuese un día cualquiera.

“Elevo mi más enérgica protesta contra los que cambiaron el Día de Duarte. El nació el 26 de enero, no el 24. Y su grandeza es tal que gracias a él tenemos una Republica Dominicana libre e independiente. ¿Hasta dónde llegaremos si no reverenciamos a nuestros grandes hombres ni respetamos los valores patrios?

Todo porque empresarios y políticos no pueden interrumpir sus máquinas para hacer dinero que no se van a llevar, y los vagos beban mas ron. No es justo. Juan Pablo Duarte merece que se le respete y se respete la fecha de su nacimiento. Y por eso yo protesto, aunque sea la voz que clama en el desierto.”