Los episodios se multiplican a nivel nacional e internacional a la par que la actividad económica, comercios y profesionales trabajan con protocolos que ajustan permanentemente y perfeccionan para evitar los contagios, sin embargo, un grupo de la población burla las disposiciones sanitarias y persevera en actitudes y conductas que propagan el virus.

Cuando miramos las jurisdicciones, observamos los reportes de fiestas clandestinas, reuniones de amigos o familiares que exceden el tiempo y la cantidad de lo dispuesto por las autoridades de salud. Así podemos ver que, la proporción mayoritaria de los brotes se imponen por estas conductas y las aglomeraciones indebidas de personas, incluso en bares o establecimientos similares.