La preocupación primaria era protegerse de ese virus incansable y tratar de sobrellevar de la mejor manera el confinamiento, el teletrabajo, la enfermedad en caso de contagio, el cambio radical de rutina. 

Pero el precio de los medicamentos necesarios para tratar el COVID-19 deberá ser tema de revisión de un mercado extraordinariamente caro. Cualquier enfermo que haya pasado el Covid asegura haberse gastado entre 25,000 y 50,000 pesos en medicinas, en pruebas y placas…

Se decía desde hace tiempo que algunos pacientes apenas seguían la mitad del tratamiento que se les recetaba. El dinero no llegaba para más. O el calvario de los enfermos crónicos, con su vida pendiente de una “pastilla” de precios ridículos. Los pacientes atados a medicamentos de alto costo y los que viven con VIH sí han advertido en los últimos meses la irregularidad en el suministro.