Cuando el ingeniero Francisco Pagán Rodríguezfue designado director general de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), el tres de agosto del 2015, su situación económica era

sumamente precaria, hasta el punto de que no contaba con una residencia propia ni recursos evidenciables con los cuales pudiera subsistir.

Así lo establece el expediente acusatorio del Ministerio Público en contra de los imputados en la Operación Antipulpo, en el que señala que, luego de terminar su gestión al frente de la entidad, el acusado de supuesta corrupción había registrado entradas y salidas en efectivo, a través de sus cuentas de ahorros personales, un total de RD$ 39,731,810.38 en una entidad bancaria, y otros RD$ 38,887,600.95 en otras más.

Pagán presentó sus mayores entradas de efectivo durante los años 2012 y 2019, alcanzando un total de RD$ 9,598,433.77 y RD$ 8,628,364.58 respectivamente, no obstante, durante el periodo 2013-2018 las cuentas recibieron un promedio anual de RD$ 2,879,726.65, precisa el órgano acusador.