El tráfico de mujeres, muchas de ellas embarazadas, igual que de menores de nacionalidad haitiana hacia República Dominicana por la frontera Norte, sigue en aumento, pero los militares apostados en la zona continúan luchando para detener ese preocupante fenómeno.

Sin embargo, estos inmigrantes al llegar al país de manera irregular confrontan dificultades serias, debido a las drásticas acciones que mantiene la Cuarta Brigada del Ejército de República Dominicana, con asiento en Mao, que dirige el coronel Germán Rosario Pérez.

Las bandas que operan en la frontera haitiana y que se dedican al trasiego de haitianos ilegales, conocidos en su país como “poteas o potiás), han decidido reclutar a mujeres y menores para tener más rentabilidad.