Danilo Medina nunca pensó que dejaría de ser presidente de la República. Un análisis frío de la actuación del expresidente deja atónito al más incrédulo. Nadie creyó que el saqueo de los fondos públicos llegaría a tales niveles. En cada caso que presenta la Procuraduría son miles de millones de pesos los sustraídos.
El Estado fue un botín de guerra para la familia Medina Sánchez. Y lo terrible es que los casos mayores aún están sin tocar, aunque hay indicios de que en esta semana se ampliará la persecución de la corrupción y por la presunta compra de hormigón asfáltico caliente se especula que están calentando el agua a Gonzalo Castillo, ex candidato presidencial del PLD designado por Danilo.