En la actualidad, nuestra sociedad avanza vertiginosamente en la producción y acumulación de datos, información y conocimientos que nutren y hacen avanzar a las ciencias aplicadas al deporte, a pesar de esta situación favorable para la expansión de los horizontes, existen suficientes indicios para plantear que persiste una información insuficiente y una orientación inadecuada sobre el potencial y el rol de la mujer en la actividad física y el deporte. 

Históricamente, la participación de la mujer en los deportes ha estado y está íntimamente vinculada a la realidad socioeconómica, cultural y religiosa de las sociedades. El género femenino sufre diversas presiones que buscan reducir su posible participación deportiva, pero últimamente el rol femenino ha logrado mostrar al mundo que puede ser lo que se proponga.