El peaje de la Autovía de Samaná o “peaje sombra” tiene su historia, la cual está marcada por el elevado gasto que representaba para el Estado, al igual que los cuestionamientos al contrato “lesivo” que autorizó su construcción. Sumado a esto, está la parte de que la infraestructura no se utiliza como se esperaba, debido a lo costoso de transportarse por ella, lo que derivó en una gran carga económica para el país.

La noche de este jueves, el presidente de la República, Luis Abinader, comunicó a la nación que su gobierno daba fin al contrato, el cual costaría al Estado 1,900 millones de dólares en lo que le restaba de operación hasta pasar a manos del Estado en el año 2038. La transacción, que fue firmada en 2001 le otorgó 30 años de operación a la concesionaria de la vía, tiempo en el cual alegadamente recuperarían lo invertido en su construcción, que se estima entre los 150 y 200 millones de dólares.