Calixto Pierre, un inmigrante haitiano indocumentado que trabaja en una finca de bananos de este municipio, dice que por primera vez en 23 años, no podrá visitar a sus familiares que dejó atrás en Haití tras emigrar a este país, para pasar la Navidad y Año Nuevo junto a ellos y amistades.Teme que no lo dejen entrar al país a su regreso.

“Voy a extrañar mucho a dos de mis hijos y cinco nietos, igual que a mi madre y dos de mis hermanos y varios amigos que tengo en Acul Du-Nord”, lamentó.

Aclaró que emigró a República Dominicana en 1998 y que luego lo hicieron su segunda esposa, tres de sus hijos, cuatro hermanos y dos compadres.