Brujería, satanismo, magia negra, fetiches con agujas enterradas, hechizos malignos y zombis. Eso es lo que el mundo occidental asocia con el vudú.

Esa la manera como los creyentes se comunican con sus ancestros en el mundo de los muertos que, en vudú, existe paralelamente con el de los vivos.

En 2003, el vudú fue declarado una religión oficial en Haití, sin embargo, como con muchas otras religiones, se pueden dar exageraciones y abusos que enfrentan las tradiciones del culto con las leyes del estado.