Ómicron, la última variante de SARS-CoV-2 en ser detectada y la más mutada hasta la fecha, es el foco de atención de autoridades sanitarias, gobiernos y población a nivel global.

Preocupa que, por ser tan diferente a la versión original identificada por primera vez en Wuhan, China, sea más contagiosa, letal o burle el efecto de vacunas y tratamientos.

Es muy pronto para saber hasta qué punto debemos preocuparnos, advierten los científicos, quienes piden prudencia mientras se conocen más detalles.

Distintas proyecciones apuntan a que en un período de dos semanas podríamos tener información más consistente sobre ella.