Maldad tras maldad, enfermedad, odio, enemistades, corrupción, infidelidad; estas son algunas de las palabras con las cuales podemos definir este mundo actual que va hacia la deriva, un mundo que se olvida de su Creador y presume que lo tiene todo, y presume que si pasan tantas cosas es porque Dios está callado, porque Dios está sordo y se ha olvidado de su creación.