La erupción volcánica que se inició el pasado domingo ha sumido a la isla de La Palma en una situación crítica. La lava sigue su avance y arrasa con todo lo que se encuentra. Abrasa suelos, engulle edificios y provoca la evacuación y desalojo de miles de personas. La lengua de lava ya ha progresado más de cuatro kilómetros en su trayecto hacia el mar, si es que termina llegando al mismo. Es un desastre natural que amenaza a La Palma, la quinta isla en población y la segunda más joven después de El Hierro (donde tuvo lugar la erupción submarina en 2011) de Canarias.