Se ha demostrado que una práctica diaria de agradecimiento aumenta de manera significativa la felicidad, además de la salud física. Practicar el agradecimiento mejora el sueño, estimula la inmunidad y disminuye el riesgo de enfermarte.

Las investigaciones muestran que las personas agradecidas tienden a ser saludables y felices. Exhiben niveles más bajos de estrés y depresión, lidian mejor con la adversidad y duermen mejor. Tienden a ser más felices y más satisfechos con la vida. Incluso sus parejas tienden a estar más contentas con sus relaciones.