El solar donde se levantaba el condominio quedó prácticamente limpio y, aunque aún se encuentran forenses en el lugar investigando entre las ruinas las razones del derrumbe, ya no había oficialmente más cuerpos que buscar.
Después de un mes de hurgar entre miles de toneladas métricas de escombros, concreto y piedras -de los que no emergieron sobrevivientes excepto en las primeras horas tras la tragedia y solo se recuperaron cuerpos-, los equipos de rescate del condado de Miami-Dade abandonaron el lugar con destino a sus cuarteles.