La peste porcina africana ha rebrotado como epidemia en el país, colocándonos en la disyuntiva de sacrificar gran parte de la población de cerdos, sin muchas apelaciones. La peste porcina africana ha rebrotado como epidemia en el país, colocándonos en la disyuntiva de sacrificar gran parte de la población de cerdos, sin muchas apelaciones.

Como ocurrió en 1978, la diseminación de esta enfermedad tuvo tanto impacto que los porcicultores se negaban a matar los animales, para no perder sus activos económicos por la venta de la carne.