Una persona tóxica hace referencia a alguien que afecta directa y negativamente a sus más cercanos debido, entre otros aspectos, a su personalidad egocéntrica y narcisista. Una persona tóxica tiene patrones típicos de un egocéntrico como, por ejemplo, el de ser poco empática con relación a lo que piensan los demás. Además, adopta una personalidad narcisista al menospreciar las ideas de los otros.

En cualquier tipo de relación, sea pareja, amigos, familia o compañeros de trabajo, la persona tóxica contaminará con negatividad y baja autoestima a quienes lo rodeen debido a su egocentrismo y narcisismo. Las personas tóxicas suelen ser también parejas tóxicas. Las parejas tóxicas dominan la relación amorosa, siempre tienen la razón y absorben la vida del otro por completo.