En febrero, las relaciones entre las dos potencias nucleares habían alcanzado el nivel más bajo de los últimos 30 años. Biden llamó asesino a  Putin. La indignación en Moscú fue grande. Ahora, hay un repentino cambio de rumbo: una reunión cara a cara en Suiza, terreno neutral.

Se espera que Biden plantee muchos problemas críticos, como la interferencia electoral y la seguridad cibernética, que serán difíciles. Pero podría haber cierto interés en buscar un terreno común sobre la estabilidad nuclear y el control de armamentos.

La experiencia política que ambos presidentes aportan a la mesa es reconocida por ambos lados; el comunicador Josué Brito comenta sobre el tema desde el programa, Asignatura Política, transmitido por Cachicha.