Las revelaciones surgidas en la audiencia que estableció medida de coerción a uno de los acusados del robo (o sabotaje) del cableado del sistema de iluminación de la pista de aterrizaje del Aeropuerto Internacional Las Américas (AILA), “certifican” seriamente el cuestionamiento a la seguridad y protección que deben tener áreas vitales y vulnerables en el funcionamiento de la referida terminal aérea, para evitar mayores riesgos.

Partiendo de que sea cierta la versión del imputado Luis Abel Bens Álvarez (21 años de edad), en el sentido de que él y sus compañeros, incluido un hermano suyo, lograron penetrar al área que se supone restringida porque ésta se encontraba desprotegida en ese momento, hace suponer los altos riesgos a que están expuestos los vuelos que salen y entran por la principal terminal aeroportuaria comercial del país.