El gobierno de Luis Abinader ha dado un cambio a la política diplomática, con declaraciones directas de su canciller Roberto Álvarez sobre asuntos internos de países de la región, originando fricciones que han llamado la atención en los últimos nueve meses.
El hecho más reciente se produjo el pasado domingo, cuando Álvarez expresó en su cuenta de Twitter que “Las detenciones de los precandidatos presidenciales Cristiana Chamorro y Arturo Cruz en Nicaragua son un acoso de la oposición ante las elecciones presidenciales de noviembre.
Estas medidas antidemocráticas indican la creación de un ambiente de intimidación e intolerancia”. A seguidas agregó “Los cargos contra Chamorro y Cruz y la cancelación de personería jurídica del único partido de oposición con que contaba la Coalición Nacional para enfrentar al presidente (Daniel) Ortega, apuntan a la eliminación de toda oposición democrática. Instamos liberación de Chamorro y Cruz”.



