Perú cerró este domingo la contienda electoral más polarizada de su historia democrática con un resultado tan estrecho que no se puede aún proclamar un vencedor entre Pedro Castillo (izquierda) y Keiko Fujimori (derecha) que hace presagiar un largo y proceloso recuento que se puede prolongar varios días.

No parece que sea una posición fácil, pues el vencedor recibirá un país en una grave crisis económica y sanitaria, que en el 2020 sufrió una recesión del 11,6 % de su producto interior bruto (PIB) y el covid-19 se llevó la vida de más de 180.000 peruanos, que lo convierten en el país con la tasa de mortalidad más alta del mundo por la pandemia.