El controvertido caso de la Lotería Nacional, que supuso un fraude millonario por más de 500 millones de pesos en detrimento de la banca nacional, fue orquestado por una “entramado” que según el Ministerio Público empezó a planificar sus operaciones desde julio del año pasado.

Uno de los elementos que el grupo decidió no dejar a la improvisación, dada la relevancia dentro del sorteo transmitido el sábado 1 de mayo de este año, fue la asignación de cada no vidente a los respectivos globos.

El imputado William Lizandro Rosario Ortiz, expresidente de la Federación Nacional de Bancas de Lotería y la “mano derecha” del administrador general de la Lotería, Luis Dicent, fue quien se habría asegurado de que “todo saliera acorde a lo planeado”.

Según el expediente en su contra, Rosario Ortiz se acercó a Miguelina Cruz, representante de Fenabanca y encargada de hacer el sorteo de globos para asignarle uno a cada no vidente, y le pidió que le permitiera al acusado Jonathan Augusto Brea Ovalles hacer por sí mismo la selección de los globos.