La policía encontró el cuerpo de un niño atado, golpeado y con huellas de un cruel abuso, su padrastro es el principal sospechoso de este atroz crimen, todo indica hasta el momento que se trató de una venganza por el abandono de su esposa.

Como el olor que salía de esa vivienda era tan insoportable, los vecinos estuvieron a punto de amotinarse para que la policía entrara a la vivienda y entonces, debajo de la cama del inocente apareció el cuerpo del joven Fernando de tan solo 11 años de edad.