“Justicia para mi hija. Son unos asesinos” gritó desesperada la madre de Keishla Rodríguez, la mujer que estaba embarazada del boxeador puertorriqueño, Félix Verdejo, y quien apareció muerta en la Laguna San José en Puerto Rico.

Keila Ortiz, la madre de la víctima, dijo a los periodistas que su hija la llamó antes de que desapareciera el jueves y le dijo que Verdejo iría a su casa para ver los resultados de una prueba de embarazo.

El púgil boricua se entregó a las autoridades federales el domingo por la noche. “Yo siempre lo supe, cuando una madre tiene ese instinto es eso. Mi hija y mi nieto eso no se hace”, dijo entre lágrimas ante las cámaras de Telemundo Puerto Rico.