Un tratado que rige desde hace más de 90 años prohíbe que Haití o República Dominicana hagan obras que desvíen el curso de alguno de los ríos que corren entre ambas naciones.
Para finales de la década de 1920 ya se establecían regulaciones para el uso de los recursos acuíferos compartidos entre República Dominicana y Haití, como es el caso del río Masacre.
Se trata del Tratado de Paz, Amistad Perpetua y Arbitraje firmado en 1929, cuyo artículo número 10 prohíbe las obras que afecten los flujos o el curso de los ríos transfronterizos.
Pese a esto, el gobierno de Haití proyecta construir un canal de riego para suplir de agua a agricultores y personas en sus hogares provenientes del río Masacre, el cual divide a la Provincia Dajabón, en el lado dominicano, del Departamento Nordeste, en el lado haitiano.