De manera unilateral, sobre el río Dajabón, las autoridades del gobierno haitiano comenzaron trabajos de movimientos de tierra para desviar el cause del río el cual es Internacional y Fronterizo.

Ante la gravedad del hecho, la cancillería dominicana no ha condenado ni denunciado el ilícito incoado por Haití. A penas, y de manera irrisoria, anunció una ‘comisión técnica’, para que “opinara” sobre el particular.

La Resolución 51/229 de la Asamblea General de la ONU, del 8 de julio de 1997, que establece la “Convención sobre los derechos de usos de los cursos de aguas internacionales para fines distintos de la navegación”, establece principios que normalizan el uso y disfrute del Río.

Participación y uso equitativo y razonable; obligación de no causar daños sensibles; notificaciones previas sobre cualquiera acción que el Estado haga sobre el mismo.

Un desvío del Río pone en riesgo todo el Parque Nacional Montecristi, donde desemboca. A la vez, alteraría los 5 kilómetros en que el río sirve de punto georeferenciadores de nuestros límites fronterizos.

El tema en sí mismo es suficiente para denunciar la responsabilidad internacional de Haití ante la Corte Internacional de Justicia. Más sin embargo, cancillería y gobierno dominicano ni siquiera evalúan una acción política ni jurídica internacional.