Un nuevo tiroteo, con ocho fallecidos, ocurrido el jueves por la noche en un almacén de Indianápolis (Indiana), ha engrosado la siniestra lista de matanzas con armas de fuego de las últimas semanas en Estados Unidos, un país de 330 millones de habitantes y casi 400 millones de armas en manos privadas.

Las últimas muertes se suman a las 10 de un supermercado de Colorado el 24 de marzo o a las ocho de unos salones de belleza de Atlanta, unos días antes.