La desesperación se ha apoderado de familiares de las personas fallecidas por la ingesta de bebidas alcohólicas adulteradas, que ayer domingo esperaban en las afueras del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), de Santiago, para que les entregaran los cadáveres, para sepultarlos en sus pueblos natales. En el Inacif se dijo que había cerca de 32 cadáveres. 

Los parientes también piden a las autoridades tener control con la venta de esas bebidas adulteradas.

Los forenses pedían paciencia, alegando que son muchos los cuerpos inertes a los que están haciendo autopsias y prometieron entregar una buena parte ayer mismo.