El gobierno declaró ayer la problemática de la fabricación y comercialización de bebidas alcohólicas adulteradas como un tema de seguridad nacional y planteó sus primeras acciones de un aparente plan en el cual participarán varias instituciones públicas.

Durante un encuentro con los directores de medios de comunicación, el ministro Administrativo de la Presidencia, José Ignacio Paliza, quien fungió como representante del gobierno, junto con otros funcionarios, dieron a conocer distintas medidas a tomar para hacer frente a la producción y comercialización de alcohol adulterado.