El metanol, sustancia altamente tóxica detectada en el alcohol adulterado había provocado la muerte de más de 100, afecta el sistema nervioso central y provoca fallos en todos los órganos.

Al afectar el sistema nervioso central, la persona que lo consume presenta temblores o movimientos involuntarios en todo su cuerpo y pérdida de la vista, síntomas que van complicándose con el paso de las horas.

Los síntomas pueden iniciar en pocas horas hasta tres días después de la ingesta y se desarrolla en tres estadios. Primero: debilidad, mareos y náuseas. Tras un período asintomático, aparece una segunda fase, caracterizada por vómitos, dolor abdominal, desorientación y alteraciones visuales con fotofobia, visión borrosa, midriasis bilateral no reactiva a la luz y ceguera ocasional.