Todas las mujeres, en algún momento de nuestra vida, hemos recibido un piropo de alguien que no conocemos. Esta “inofensiva” expresión es una de las muchas manifestaciones de acoso callejero.

La normalización de esta forma de violencia contra las mujeres es tal que incluso cuando alguien alza la voz expresando su rechazo ante estas manifestaciones, muchas veces se les señala como exageradas, haciéndolas víctimas de nuevas formas de acoso y violencia